lunes, 12 de octubre de 2009

Sendero circular: Los Silos- El Palmar-Buenavista-Los Silos

Aprovechando el fin de semana largo que hemos tenido decidimos hacer una caminata.
Mirando el blog de Francisco Fariña, vemos el último de los senderos que ha subido y nos gustó.
Madrugamos, ya que la distancia en coche es larga y no es cosa de empezar a andar a las tantas.
Llegamos a Los Silos, está nublado, perfecto para caminar.
Hace unos años hicimos parte de este sendero: Los Silos- caserío de Talavera- Los Silos.
Hoy va a ser diferente, vamos a salir de Los Silos pasar por Talavera llegar a El Palmar bajar hasta Buenavista y regresar a Los Silos por la carretera general del norte la TF-42.
¡Comenzamos!
De la carretera general parte una pista, su nombre es La Cruzada, donde hay una indicación que dice Pina, Talavera.
Durante unos 500 metros aproximadamente caminamos entre fincas de plataneras hasta que dejamos esta pista para tomar un sendero empedrado que lo encontramos a nuestra derecha. Unas señales al principio de éste nos dicen que faltan dos km para Talavera y cinco km ochocientos metros hasta El Palmar.

Aunque la distancia hasta las casas de Talavera sea solo de dos km el desnivel es bastante grande (más de 600 m.).

La vegetación está formada principalmente por tabaibas, cardones, inciensos....

Pronto nos encontramos con unas casas pertenecientes a la galería Talavera. Al lado de estas pasa una antigua atarjea (tajea) que ya no lleva agua.
Observamos el fondo de la misma y vemos que está llena de cal (4 o 5 cm de espesor) que el agua depositó a su paso durante años.

Seguimos ascendiendo, la vereda está empedrada y en general bien conservada.

Se empiezan a ver algunos ejemplares dispersos de pino radiata y unas vistas espectaculares de la Villa de Los Silos toda rodeada de fincas de platanera.

Al fondo el Roque de Garachico y a la derecha del sendero el impresionante barranco de los Pasos.
Una vez que vamos cogiendo altura vemos asomar la impresionante silueta del Teide sobre los acantilados de La Culata.

En algunos bordes del camino hay plantadas piteras, tan típicas en las veredas isleñas.

Las tuneras (pencones) cada vez van siendo más abundantes a medida que nos acercamos al caserío, algunos tienen todavía algún higo-pico. Cogemos algunos con cuidado para no picarnos. Hacemos un manojo con hierba seca que utilizaremos como escoba para barrerlos y quitarles los picos. Luego la parte más importante abrirlos y comerlos. Hummmm.... estaban deliciosos.

Por fin llegamos a Talavera, situada en el llamado Lomo de los Cardones.

El nombre de Talavera viene del conquistador Pedro de Talavera, que se adueñó de todas estas tierras.
El caserío está formado por un grupito de unas cuatro o cinco casas todas en muy mal estado. La maleza hace casi imposible abrirse paso para entrar en algunas de ellas.
Los muros son de piedra o de tosca y los tejados a dos aguas. Las casas tienen muy poca altura y unas pequeñas ventanas.

Seguimos.
Un poco más arriba nos encontramos con dos eras. Eso nos demuestra que hace bastante tiempo estos parajes se plantaban de cereal.

Hoy está todo cubierto de monte y forma parte del Monte del Agua (laurisilva) aunque se pueden observar muchos pinos radiata de gran tamaño. Que por cierto, los están eliminando, de hecho ya hay muchos secos. Paralelamente están llevando a cabo una repoblación de especies de laurisilva.

Ascendemos un poco más hasta llegar a la cota máxima que es de 650 metros. Aquí el paisaje es espectacular, estamos en medio de dos barrancos, sobre una cresta montañosa y vemos a un lado el Valle del Palmar y al otro el monte de Los Pasos.
Las rocas del lugar forman unas extrañas figuras a las que nosostros le buscamos parecido. Por ejemplo esta que vemos en la fotografía parece una calavera ¿o no?.

Por aquí la tierra es de un color rojo, muy intenso.
Tenemos una panorámiva preciosa de todo el valle de El Palmar

Ahora toca bajar, pero tenemos que ir con cuidado pues hay una fuerte pendiente con piedras sueltas, lo que hace el terreno muy resbaladizo.
El camino presenta grandes contrastes. Ahora, nos metemos de lleno en el bosque de laurisilva. Otros sonidos, otros olores, otros colores lo envuelven todo a nuestro alrededor. Aceviños, hayas, laureles, los madroñeros con sus racimos de frutos anaranjados....

Tras atravesar este monte, salimos a una pista agrícola.

Allí encontramos a unos cazadores que buscan un perro que se les ha perdido. A gritos repetían el nombre: -Mariposa ah, ah, ah...
Vemos ya las primeras casas que están separadas del núcleo principal del Palmar.
Son casitas antiguas restauradas, que las tienen como residencia de fin de semana.

Por un camino perpendicular al nuestro viene una mujer con un cesto de higos-picos en una mano. En la otra "las tarascas" (tenazas de madera para cogerlos) y una escoba para quitarles los picos.
Aprovechamos para preguntarle si hay algún camino que baje a Buenavista. Nos contesta que sí y nos señala una casa blanca con dos ventanas que se ve a lo lejos.
- El camino pasa justo por delante, ¡yo bajo todos los viernes al cementerio!. - Responde.
Nos despedimos de la señora que coge por un callejón.

Nosotros seguimos caminando hasta llegar a la plaza donde hacemos un alto para descansar a la sombra de sus frondosos laureles de indias.

Enfrente de nosotros está la iglesia de Nuestra Señora de la Consolación, del siglo XVI.

Por los alrededores de la plaza hay unas edificaciones muy interesantes.

Al rato continuamos la marcha pasamos delante de una ventita y compramos bebidas frescas. Unos metros más abajo hay otra plaza de reciente construcción. En ella hay un grupo escultórico compuesto por cinco figuras de bronce que representan el tradicional baile de "Las libreas" su autor: Eladio de la Cruz.

Este baile representa la lucha entre el bien y el mal. El bien esta representado por los bailadores y el mal está encarnado por el diablo. Esta danza es ejecutada a ritmo de "tajaraste" por tres parejas de hombres. La mitad de ellos con atuendo de mujer. Van recorriendo las calles seguidos por el diablo y la diabla. Una vez en la plaza se prenden unos fuegos artificiales que los diablos llevan adosados en la espalda y asi recorren cada rincón de la misma haciendo que el público huya de ellos en todas direcciones.
Esta manifestacion cultural de un alto valor etnográfico se celebra todos los años el sábado anterior al tercer domingo de septiembre cuando son las fiestas patronales en honor de Nuestra Señora de la Consolación.





Bucamos el camino que nos conducirá a Buenavista.

La primera parte está asfaltado después empedrado. Como es en bajada lo recorremos con facilidad.

Dejamos atrás el barrio de La Cuesta y llegamos a Buenavista donde visitamos la iglesia de Los Remedios.

Después disfrutamos del bullicioso ambiente de la plaza.

Ahora solo nos queda el último tramo hasta Los Silos todo por la carretera TF-42.