miércoles, 31 de octubre de 2012

Una nube muy curiosa

Esta fotografía fue sacada en el Valle de Güímar el pasado lunes 29 de octubre. En ella podemos ver una curiosa  nube  que se formó ya por la tarde, tal vez como preludio de las lluvias y viento que hemos tenido estos días en las islas.


sábado, 27 de octubre de 2012

La Muerte del Cabrero. La Orotava


Escrito por Paco Déniz 

Desde que el mundo es mundo, y probablemente mucho antes, los antepasados de Toño, el cabrero de Tafuriaste, han pastoreado su ganado por el Valle de Taoro. Entonces llegaron los del chalet y se quejaron del olor de las cagarrutas, de las moscas y de las plantas rapiñadas. 

Escrupulosos con las cabras no les molesta la mierda y los ladridos de sus perros, pero el sustento de Toño pa’ descanse sí. Por eso inician una campaña de acoso y derribo al cabrero. Tienen abogados, políticos, leyes a su favor; tienen todas las de ganar. Nadie habla con él, sino que van a la prensa, a sanidad, e incluso presentan propuestas para eliminar su actividad ganadera. En las comisiones del Ayuntamiento de la Orotava, los concejales del PP insisten una y otra vez en que hay que sacar las cabras de ahí. El Ayuntamiento gobernado por CC no hace nada, no da soluciones, no dialoga y cede a las presiones de la avanzadilla política de los nuevos ricos. Sanidad le manda advertencias por escrito. El ayuntamiento le encierra las cabras cerca de dos meses, dos meses sin salir a comer alguna hierbilla. Cuesta mucho el pienso y la economía del cabrero se resiente. Llega entonces la amenaza municipal de 72 horas para desalojar el barranco. Pero las cabras están preñadas de baifos. Todo el mundo lo sabe, los baifos anuncian la navidad y las cabras no se pueden mover. Pero no hay luces en los responsables políticos municipales, no hay amor por lo nuestro ni por los nuestros, sólo un plazo de 72 horas, un plazo que finaliza también con vida de Toño. Una persona buena, excelente, afable.Las presiones del chalets, los silencios y las amenazas notificadas acabaron con su vida, asesinándolo, igual que matan a la agricultura y a la ganadería. Matando a disgustos a los ganaderos. Creando alarma social por una fiebre sin consecuencias que arruina a las cabreras que no venden su queso porque la prensa retrata tus cabras en las portadas como si fueran animales corruptos. Eso sí, al entierro asistieron las autoridades políticas, las mismas que no dieron una solución, las mismas que admitieron la presión a trámite, que no se sentaron a hablar, las mismas que subvencionan la carne y el queso foráneo y arruinan al del país. ¡Qué le vamos a hacer! La vuelta al feudalismo es lo que tiene, que la venganza y la inmolación se convierten en una salida política. Pero no es aconsejable volver a esos tiempos, porque las pasiones se enconan y la gente se suicida, y se enviolentan, y se enredan una manta a la cabeza y no sabe uno lo que puede pasar.


domingo, 14 de octubre de 2012

Vídeo: "Esta Tierra es mía"

Con estas bonitas imágenes Nina Paley nos hace reflexionar.... Como vemos siempre terminamos igual.
¡CREO QUE YA VA SIENDO HORA DE CAMBIAR....!  No les parece


viernes, 12 de octubre de 2012

12 de octubre, el "descubrimiento" de América. Eduardo Galeano

¿Cristóbal Colón descubrió América en 1492? ¿O antes que él la descubrieron los vikingos? ¿Y antes que los vikingos? Los que allí vivían, ¿no existían?

Cuenta la historia oficial que Vasco Núñez de Balboa fue el primer hombre que vio, desde una cumbre de Panamá, los dos océanos. Los que allí vivían, ¿eran ciegos?

¿Quiénes pusieron sus primeros nombres al maíz y a la papa y al tomate y al chocolate y a las montañas y a los ríos de América? ¿Hernán Cortés, Francisco Pizarro? Los que allí vivían, ¿eran mudos?

Nos han dicho, y nos siguen diciendo, que los peregrinos del Mayflower fueron a poblar América. ¿América estaba vacía?

Como Colón no entendía lo que decían, creyó que no sabían hablar.

Como andaban desnudos, eran mansos y daban todo a cambio de nada, creyó que no eran gentes de razón.

Y como estaba seguro de haber entrado al Oriente por la puerta de atrás, creyó que eran indios de la India.

Después, durante su segundo viaje, el almirante dictó un acta estableciendo que Cuba era parte del Asia.

El documento del 14 de junio de 1494 dejó constancia de que los tripulantes de sus tres naves lo reconocían así; y a quien dijera lo contrario se le darían cien azotes, se le cobraría una pena de diez mil maravedíes y se le cortaría la lengua.

El notario, Hernán Pérez de Luna, dio fe.

Y al pie firmaron los marinos que sabían firmar.

Los conquistadores exigían que América fuera lo que no era. No veían lo que veían, sino lo que querían ver: la fuente de la juventud, la ciudad del oro, el reino de las esmeraldas, el país de la canela. Y retrataron a los americanos tal como antes habían imaginado a los paganos de Oriente.

Cristóbal Colón vio en las costas de Cuba sirenas con caras de hombre y plumas de gallo, y supo que no lejos de allí los hombres y las mujeres tenían rabos.

En la Guayana, según sir Walter Raleigh, había gente con los ojos en los hombros y la boca en el pecho.

En Venezuela, según fray Pedro Simón, había indios de orejas tan grandes que las arrastraban por los suelos.

En el río Amazonas, según Cristóbal de Acuña, los nativos tenían los pies al revés, con los talones adelante y los dedos atrás, y según Pedro Martín de Anglería las mujeres se mutilaban un seno para el mejor disparo de sus flechas.

Anglería, que escribió la primera historia de América pero nunca estuvo allí, afirmó también que en el Nuevo Mundo había gente con rabos, como había contado Colón, y sus rabos eran tan largos que sólo podían sentarse en asientos con agujeros.

El Código Negro prohibía la tortura de los esclavos en las colonias francesas. Pero no era por torturar, sino por educar, que los amos azotaban a sus negros y cuando huían les cortaban los tendones.

Eran conmovedoras las leyes de Indias, que protegían a los indios en las colonias españolas. Pero más conmovedoras eran la picota y la horca clavadas en el centro de cada Plaza Mayor.

Muy convincente resultaba la lectura del Requerimiento, que en vísperas del asalto a cada aldea explicaba a los indios que Dios había venido al mundo y que había dejado en su lugar a San Pedro y que San Pedro tenía por sucesor al Santo Padre y que el Santo Padre había hecho merced a la reina de Castilla de toda esta tierra y que por eso debían irse de aquí o pagar tributo en oro y que en caso de negativa o demora se les haría la guerra y ellos serían convertidos en esclavos y también sus mujeres y sus hijos. Pero este Requerimiento de obediencia se leía en el monte, en plena noche, en lengua castellana y sin intérprete, en presencia del notario y de ningún indio, porque los indios dormían, a algunas leguas de distancia, y no tenían la menor idea de lo que se les venía encima.

Hasta no hace mucho, el 12 de octubre era el Día de la Raza.

Pero, ¿acaso existe semejante cosa? ¿Qué es la raza, además de una mentira útil para exprimir y exterminar al prójimo?

En el año 1942, cuando Estados Unidos entró en la guerra mundial, la Cruz Roja de ese país decidió que la sangre negra no sería admitida en sus bancos de plasma. Así se evitaba que la mezcla de razas, prohibida en la cama, se hiciera por inyección.
¿Alguien ha visto, alguna vez, sangre negra?

Después, el Día de la Raza pasó a ser el Día del Encuentro.

¿Son encuentros las invasiones coloniales? ¿Las de ayer, y las de hoy, encuentros? ¿No habría que llamarlas, más bien, violaciones?

Quizás el episodio más revelador de la historia de América ocurrió en el año 1563, en Chile. El fortín de Arauco estaba sitiado por los indios, sin agua ni comida, pero el capitán Lorenzo Bernal se negó a rendirse. Desde la empalizada, gritó:
—¡Nosotros seremos cada vez más!

—¿Con qué mujeres? –preguntó el jefe indio.

—Con las vuestras. Nosotros les haremos hijos que serán vuestros amos.

Los invasores llamaron caníbales a los antiguos americanos, pero más caníbal era el Cerro Rico de Potosí, cuyas bocas comían carne de indios para alimentar el desarrollo capitalista de Europa.

Y los llamaron idólatras, porque creían que la naturaleza es sagrada y que somos hermanos de todo lo que tiene piernas, patas, alas o raíces.

Y los llamaron salvajes. En eso, al menos, no se equivocaron. Tan brutos eran los indios que ignoraban que debían exigir visa, certificado de buena conducta y permiso de trabajo a Colón, Cabral, Cortés, Alvarado, Pizarro y los peregrinos del Mayflower.




miércoles, 3 de octubre de 2012

Luis Paniagua en Tenerife


El próximo domingo 7 de octubre Luis Paniagua estará en el Centro de Yoga Sadasiva de Santa Cruz de Tenerife. A las 17.30 horas habrá un Taller impartido por él y a continuación, aproximadamente a las 20.30 horas comenzará el concierto "El Cielo en la Tierra". Luis Paniagua hace músicas alternativas usando instrumentos étnicos y otros como la antigua lira mediterránea o el sitar.