viernes, 30 de septiembre de 2016

Playa de Benijo. Anaga

El martes pudimos disfrutar de una tarde estupenda en la playa de Benijo. La marea estaba  baja quedando al descubierto una amplia playa de arena negra finísima.

Esta playa  es preciosa y desde allí se pueden ver unos atardeceres espectaculares.


No es muy apta para el baño, pues tiene corrientes (correderas), por lo que no conviene adentrarse mucho en ella.

Muestra de la erosión producida a lo largo del tiempo por las olas han quedado algunos roques como el de Benijo y el de la Rapadura.

Esta no es la típica playa con fácil acceso, para llegar a ella hay que ir por un sendero que parte del caserío de Benijo y baja por la pared del acantilado, se tardan unos 10 minutos más o menos en recorrerlo, pero vale la pena.

Reflejos:

domingo, 25 de septiembre de 2016

Faro de Orchilla (El Hierro)

Para llegar al faro de Orchilla hay que recorrer una pista mitad de tierra, mitad asfaltada que zigzagueante nos lleva por una tierra de volcanes y coladas hasta casi la orilla del mar y del acantilado.

Allí nos encontramos el faro, el faro del fin del mundo.

El faro de Orchilla se empezó a construir en 1924 y se encendió por primera vez, tal día como hoy, un 25 de septiembre del año 1933.  Esta hecho de piedra de cantería llevada desde Arucas (Gran Canaria). Después de transportarla en barco y una vez en el muelle, se trasladaba hasta este lugar a lomos de camello.

Este es un faro de segundo orden, cuya luz blanca es percibida hasta las 75 millas náuticas.

El faro está situado en la parte más occidental de la isla de El Hierro y justo por este lugar pasó el Meridiano Cero, hasta que en 1885 lo trasladaron a Greenwich.

Desde aquí podemos contemplar unas puestas de sol espectaculares al mismo tiempo que escuchamos el sonido de las olas al chocar con los acantilados.

Si vas al Hierro ni se te ocurra dejar de visitar este lugar.

domingo, 4 de septiembre de 2016

Un Paseo por el Jardín de Aclimatación de La Orotava

El jardín de aclimatación de La Orotava  (JAO) conocido popularmente como "El Jardín Botánico", se encuentra en el municipio del Puerto de La Cruz, aunque lleva el nombre de La Orotava por pertenecer cuando se fundó, al municipio orotavense.

Se creó en plena ilustración, bajo el reinado de Carlos III, como paso intermedio para la aclimatación de plantas tropicales y subtropicales traídas de las colonias, para una vez adaptadas llevarlas a los palacios de Madrid y Aranjuez. Fue D. Alonso de Nava y Grimón, quien realizó las gestiones para que el proyecto tomara forma. Y fue el arquitecto lagunero Nicolás Eduardo  quien hizo los planos. Las primeras plantaciones se realizaron en 1792.
En la fotografía de abajo vemos el grupo escultórico dedicado a Nava y Grimón en un lateral del jardín.

 El jardín tiene visitables unos 20.000 metros cuadrados, aunque se están acondicionando 40.000 metros más. Tiene forma de rectángulo y es atravesado de norte a sur y de este a oeste por dos amplias avenidas que se cruzan en el centro en una glorieta con estanque. Además hay otros caminitos secundarios que se localizan paralelos o perpendiculares a estas avenidas por donde puedes pasear  entre una exuberancia y frondosidad propias de una selva.

Fotos del recorrido:
Esta es una de las entradas laterales del Botánico, aunque en la actualidad permanece cerrada. Tanto la puerta como las rejas de esta fachada son una preciosidad.

Y esta es la entrada primcipal

Empezamos a andar por los paseos del jardín.
Las plantas de la misma familia suelen ocupar las mismas zonas  ya que el ambiente les es propicio. Por ejemplo la zona de los helechos y otras plantas que necesitan mucha humedad.

Las palmeras (arecáceas) son más adaptables y están diseminadas por todo el jardín

La musáceas (plataneras) y heliconias (platanillos, strelitzias)

De la familia de los ficus hay un ejemplar espectacular. Las raíces aéreas de este árbol cuando llegan al suelo se enraízan formando un impresionante entramado.

En la fuente central de forma circular, donde convergen todos los caminos, podemos ver plantas acuáticas como nenúfares y papiros.

También siguiendo por esta avenida central en un lateral y a un nivel más alto que el resto del jardín, encontramos otro estanque que en un principio contenía el agua de riego y hoy es una delicia contemplarlo lleno de nenúfares multicolores, papiros y otras plantas acuáticas.

De la familia de las Bromeliáceas hay muchísimas variedades

Siempre me han fascinado los troncos de los árboles




















También podemos ver algunas plantas curiosas como esta de flores rosadas. Si les tocas las hojas inmediatamente se cierran.


O esta otra de hojas transparentes...


Muchas, muchas flores de todos los colores y formas...

Algunos rincones y paseos  entre tanta vegetación para relajarse...

Un lugar para visitar no solo una vez.
El precio de la entrada es 3 euros y para los residentes nada más que 2 euros.