Sus tierras llanas e inmensas se pierden en horizontes infinitos. Pero a veces nuestra vista tropieza con la torre de una iglesia que se levanta en la lejanía y que arropa a casitas de adobe o ladrillo. Si nos acercamos a estos pueblos, ahora en invierno donde el termómetro solo marca unos pocos grados positivos aunque haya sol, vemos salir de sus chimeneas un humo casi transparente que lo envuelve todo . La gente de estos pueblos vive en calma.... y yo pienso en lo que dejaron tantas personas, décadas atrás cambiando una vida que tal vez no fuera del todo perfecta pero seguro que mucho más humana que la que tienen en las ciudades donde sólo se valora el progreso material.
Escribiendo estas líneas me vienen como flashes, momentos y sensaciones vividos: el vuelo de alguna rapaz sobrevolando estos campos en busca de una presa, algunas cigüeñas que no han abandonado estas tierras aunque sea el tiempo de migrar. ¿Será verdad que ya los inviernos no son tan crudos como antes?, las campanadas del reloj de la torre, el agua brotando del caño de la fuente, los gorriones correteando por el suelo, la bandada de palomas que huye asustada, el románico, el Camino de Santiago....
Pero seguramente mi mirada, es la mirada de una persona que va de paso, que no profundiza en las realidades ni en los problemas del lugar, que no "todo el monte es orégano" como dice el refrán. Porque seguro que estos campos tan bonitos, producen cosechas tratadas con químicos, que no son del todo saludables ni para el hombre, ni para la fauna. Y hablando de esto diré que visitamos el pueblo de Amayuelas de Abajo, que tiene fama por ser un pueblo ecológico. Viviendas de bioconstrucción con energías alternativas, tratamiento y aprovechamiento de aguas residuales, recuperación de semillas tradicionales, cultivo y ganadería ecológicos.... conforman un pueblo diferente, en el que la mayoría de sus habitantes han apostado por una vida más sencilla y más austera pero también más plena, porque aquí se valora la convivencia, la ayuda mutua entre otras formas de vida tradicionales hoy olvidadas.
Durante los días que estuvimos por allí nos hospedamos en Población de Campos en un hotel rural, su nombre "Amanecer en Campos" lo recomiendo. Carmen e Inmaculada sus dueñas, son buena gente y preparan una sopa castellana que está para chuparse los dedos.
Población de Campos está en pleno Camino de Santiago y muy cerca del Canal de Castilla, tan sólo tres kilómetros la separan de Frómista donde empezamos un tramo de 18 km por el Canal.
El Canal de Castilla
El Canal de Castilla se empezó a construir a mediados del siglo XVIII y se trabajó en él hasta casi la mitad del siglo XIX. El motivo de su construcción fue principalmente abrir una vía de comunicación y comercial desde la Meseta al Cantábrico y desde allí a través del puerto de Santander con Europa.
El proyeto no llegó a terminarse, por falta de dinero y más tarde por la competencia con el ferrocarril.
Hoy en día el Canal se usa principalmente para el riego y últimamente como destino turístico: los caminos de sirga que hay a ambos lados destinados en su tiempo para ser recorridos por los animales que con su fuerza arrastraban las embarcaciones se han convertido en unos caminos perfectos para practicar senderismo. Así mismo en algunos puntos, han puesto barcos turísticos que recorren tramos del Canal teniendo la oportunidad de ver en funcionamiento las esclusas que fueron construidas para salvar el desnivel.
El Canal tiene en su totalidad 207 kilómetros y está dividido en tres ramales: El Ramal del Norte, el del Sur y el de Campos.
La etapa que recorremos es la última del Ramal Norte que parte de Alar del Rey tomando allí las aguas del río Pisuerga y tras recorrer 75 km se unen con las del río Carrión en Calahorra de Ribas.
Esta es la segunda etapa que hacemos del Canal de Castilla. La anterior fue en febrero pasado, recorrimos el tramo comprendido entre Medina de Rioseco (Valladolid) y Capillas (Palencia). Los 22 últimos km del llamado Ramal de Campos.
La verdad que fue un bonito recorrido.
Canal de Castilla: de Medina de Rioseco a Capillas
Así que este año decidimos hacer otro tramo del Canal, esta vez del Ramal Norte desde Frómista hasta Calahorra de Ribas (18 km)
Comenzamos el recorrido en la esclusa cuádruple de Frómista para seguir avanzando por la margen izquierda del Canal.
Nos sorprende un ruido, es el de un tren de mercancías que cruza el puente que ya hemos dejado atrás.
El día aunque frío, está soleado y sin viento, perfecto para caminar.
Un kilómetro y medio después llegamos a la esclusa 21.
Y un poco más adelante nos encontramos un acueducto, es decir, un puente sobre el río Ucieza por el que pasa el Canal y sus dos sirgas.
Luego el Puente de Piña, del que dista aproximadamente un km la población de Piña de Campos.
A lo largo del sendero nos encontramos una pequeñas casitas llamadas almenaras que sirven para distribuir el agua del canal.
Más adelante otro puente, esta vez el de Bezana. Desde aquí podemos ir a las localidades de Amusco a nuestra izquierda o San Cebrián de Campos a la derecha pero nosostros seguimos nuestro camino.
Unos tres kilómetros más abajo, el último puente de esta etapa, es el del Gallo.
Muy cerca está la Laguna de La Toja, un humedal con observatorio incluído desde donde podemos observar algunas aves.
Ya en Calahorra de Ribas vemos una triple esclusa de considerable altura. Decir que fue aquí donde se comenzó a contruir el Canal y aquí es donde las aguas del Pisuerga se unen a las del río Carrión.
Más fotos de la ruta:
Además de esta interesante caminata, estuvimos también en Villálcazar de Sirga o Villasirga y en la iglesia de Santa María la Blanca donde se encuentra la Virgen que le da nombre y a la que Alfonso X, El Sabio, menciona en doce de sus Cantigas.
Fotos de la iglesia (exteriores e interiores)
Música Antigua: Eduardo Paniagua.
"Cantiga de Santa María 142: Ena gran coita sempr´ acorrer ven"
Esta iglesia templaria es de un románico tardío, en transición con el gótico. En ella podemos ver los sepulcros de Felipe de Castilla y Suabia y de su esposa Inés Rodríguez y aún hay otro más sencillo que corresponde a frey Juan Pérez, el último de los maestres de la orden en Villasirga.
Estas iglesias eran construidas teniendo en cuenta multitud de factores como la orientación, las energías telúricas existentes en un lugar....
Ya he perdido la cuenta de todas las veces que hemos estado en ella. Pero el año pasado tuvimos la suerte de ver los diez cantorales y el breviario encontrados unos meses antes en una alacena cubierta por un tabique en la capilla de Santiago cuando realizaban las obras para instalar una nueva iluminación de la que D. Jesús Fernández, párroco de esta iglesia, se siente muy orgulloso. A Don Jesús se le llena la boca cuando habla de "su iglesia" y no es para menos....
Este año después de hablar un rato con él nos los volvió a enseñar ya dentro de una gran vitrina especialmente hecha para ellos.
Aquí dejo la noticia del hallazgo.
Descubren diez cantorales y un breviario romano en una iglesia de Palencia
Breviario romano del siglo XVIII hallado en un templo palentino. | Efe- Los trabajos de limpieza del templo han posibilitado el hallazgo
- Se encuentran en un magnífico estado de conservación
Los trabajos de limpieza e iluminación en la iglesia de Villalcázar de Sirga (Palencia)
han dejado al descubierto diez cantorales del siglo XVI y un breviario
romano del siglo XVIII de gran valor e importancia histórica, en muy
buen estado de conservación.
Un "importante hallazgo" que ha tenido lugar de forma casual, cuando se estaban realizando trabajos de limpieza e iluminación en el interior de la Iglesia parroquial de Santa María la Blanca de Villalcázar de Sirga, según ha informado en un comunicado la delegación de Patrimonio de la Diócesis de Palencia.
Fue el párroco, Jesús Fernández Gutiérrez, quien descubrió los diez cantorales y el breviario dentro de unas alacenas que estaban empotradas en un arco de la antigua Capilla de Santiago, ha precisado la diócesis.
Todos los cantorales están escritos en pergamino, son de gran tamaño, están ilustrados con letras iniciales mudéjares bellísimas, escritos a dos tintas (roja y negra) y la música gregoriana esta plasmada en pentagramas.
Además uno de los cantorales tiene en las contratapas restos de otro más antiguo (posiblemente de los siglos XIV-XV) con notación musical aquitana, es decir, que todas las notas están escritas en la misma línea.
Los diez cantorales tienen tapas de madera forradas con piel repujada y sus lomos son de cuero.
Además están adornados con filigrana plateresca, cinco clavos protectores de bronce, y rematados por salvaesquinas del mismo material.
Este importante grupo de cantorales contienen el oficio de las horas litúrgicas de las grandes festividades.
Asimismo, ha aparecido un gran breviario romano del siglo XVIII, editado en Madrid por el Impresor Real Joaquín Ybarra, con tapas de madera forradas en cuero, adornado con un gran clavo de bronce en el centro de la tapa, y conserva el cierre.
Este breviario está fechado en 1782 y está embellecido con grabados de Joaquín Ballester a partir de pinturas del maestro Mariano Salvador de Maella.
Según ha explicado la diócesis, que presentará este descubrimiento públicamente en la última semana de diciembre, los más ancianos del lugar tenían referencia de la existencia de valiosos cantorales en la Iglesia parroquial, pero se había perdido la memoria de su ubicación concreta.
El motivo de por qué se guardaron en la alacena empotrada y en qué momento son datos que se desconocen, pero el hecho de almacenarlos en la antigua Capilla de Santiago ha podido ser clave para la buena conservación de "estas magnificas obras de arte", ha concluido la diócesis.
Un "importante hallazgo" que ha tenido lugar de forma casual, cuando se estaban realizando trabajos de limpieza e iluminación en el interior de la Iglesia parroquial de Santa María la Blanca de Villalcázar de Sirga, según ha informado en un comunicado la delegación de Patrimonio de la Diócesis de Palencia.
Fue el párroco, Jesús Fernández Gutiérrez, quien descubrió los diez cantorales y el breviario dentro de unas alacenas que estaban empotradas en un arco de la antigua Capilla de Santiago, ha precisado la diócesis.
Todos los cantorales están escritos en pergamino, son de gran tamaño, están ilustrados con letras iniciales mudéjares bellísimas, escritos a dos tintas (roja y negra) y la música gregoriana esta plasmada en pentagramas.
Además uno de los cantorales tiene en las contratapas restos de otro más antiguo (posiblemente de los siglos XIV-XV) con notación musical aquitana, es decir, que todas las notas están escritas en la misma línea.
Los diez cantorales tienen tapas de madera forradas con piel repujada y sus lomos son de cuero.
Además están adornados con filigrana plateresca, cinco clavos protectores de bronce, y rematados por salvaesquinas del mismo material.
Este importante grupo de cantorales contienen el oficio de las horas litúrgicas de las grandes festividades.
Asimismo, ha aparecido un gran breviario romano del siglo XVIII, editado en Madrid por el Impresor Real Joaquín Ybarra, con tapas de madera forradas en cuero, adornado con un gran clavo de bronce en el centro de la tapa, y conserva el cierre.
Este breviario está fechado en 1782 y está embellecido con grabados de Joaquín Ballester a partir de pinturas del maestro Mariano Salvador de Maella.
Según ha explicado la diócesis, que presentará este descubrimiento públicamente en la última semana de diciembre, los más ancianos del lugar tenían referencia de la existencia de valiosos cantorales en la Iglesia parroquial, pero se había perdido la memoria de su ubicación concreta.
El motivo de por qué se guardaron en la alacena empotrada y en qué momento son datos que se desconocen, pero el hecho de almacenarlos en la antigua Capilla de Santiago ha podido ser clave para la buena conservación de "estas magnificas obras de arte", ha concluido la diócesis.
Ah y no podemos marcharnos de Villálcazar sin antes pasar por la confitería "La Perla Alcazareña" para comprar los típicos amarguillos y almendrados.
Otros sitios que visitamos en Tierra de Campos:
Támara de Campos:
Iglesia de San Hipólito el Real
Monzón de Campos:
Ribas de Campos:
Iglesia de San Martín de Tours
Villamartín de Campos:
Medina de Rioseco:
Dársena del Canal de Castilla
El cielo de Castilla:
Rebaños de ovejas para hacer el queso tan famoso de estas tierras....
¡REPETIREMOS!
