sábado, 31 de julio de 2010

Día de la trilla. El Tanque

El 31 de julio tuvo lugar en el municipio de El Tanque(Tenerife), concretamente en el lugar denominado Los Partidos de Franquis, la XV edición del "Día de la trilla".
En muchos lugares de Tenerife se han recuperado tradiciones ya perdidas o casi a punto de desaparecer, bien sean culturales, religiosas, agrícolas, como en este caso, que aunque sea de un modo simbólico, nos recuerdan faenas que realizaban nuestros antepasados no hace tanto tiempo, algunas apenas unas décadas atrás.
En esta comarca del noroeste de Tenerife se plantaba mucho cereal, de hecho el programa del Dia de la Trilla, editado por el Ayuntamiento de El Tanque, nos dice que en este municipio se contaban más de 300 eras, de las cuales algunas han desaparecido, otras están en bastante mal estado pero la mayoría, nos cuenta, están en perfectas condiciones, pudiendo ejecutar en ellas, todavía, el trillado del cereal.
Por eras, entonces, que no sea. Lo que ocurre ahora, es lo siguiente, ya no se planta cereal, bueno cereales ni nada, el campo isleño se ha abandonado. Estas tierras de secano o sequero como se dice por aquí, están desde hace muchos años en un barbecho contínuo.

En el mismo programa hay unas coplas dedicadas al trigo, dicen:

San Isidro Labrador,
Patrón de los campesinos,
danos trigo para el pan
y las uvas para el vino.

Labradores en el campo,
con las hoces en las manos,
desafían con sudores
los rigores del verano.

Mientras el sol en la era
va achicharrando la parva,
descansa el porrón del agua
a la sombra de la higuera.

Meses de julio y agosto
los de más fuerte verano,
con los mollos en la mano
para llevar a la era.

IMÁGENES DE LA TRILLA:

Preparación del cereal.



Pisado del trigo por los caballos.



Arrastre del trillo por las yuntas.


sábado, 24 de julio de 2010

Rincones del Atlántico: Territorio y compromiso. Faustino García Márquez

'Rincones del Atlántico': Territorio y compromiso
FAUSTINO GARCÍA MÁRQUEZ
Hace 50 ó 60 años, en una época que mis irrespetuosos nietos ubican más o menos en el Jurásico Superior, la ropa tenía la condenada manía de encoger al lavarla. Y había que lavarla muchas veces, no solo porque entonces el mundo estaba lleno de tierra y barro y matos y bichos y otras cosas maravillosamente sucias, sino porque esa ropa tenían que heredarla, entre amulamientos y rezongos, nuestros hermanos menores. Para contrarrestar la merma, nos la compraban bien grande, y los primeros meses íbamos flotando dentro de nuestras camisas de popelín y teníamos que apretarnos el cinturón hasta la asfixia para evitar imprevistos deslizamientos pantaloneros. Lo que no sabíamos entonces es que el mundo, nuestro mundo, también encogía, y que ese mundo también tenían que heredarlo nuestros nietos y los nietos de nuestros nietos.

La isla

No sabíamos que el inmenso territorio de nuestra infancia y juventud, que creíamos que era del mejor género existente, iba a mermar de forma tan descarada. Los largos viajes en un deslumbrante Willis Knight de 1935 desde Bravo Murillo a la Vuelta de los Tarajales para jugar entre las plataneras y ver las vacas nos daban una idea de su extensión, pero no eran nada comparados con la agónica excursión en coche de hora a la Fuente Agria y la interminable expedición de descubrimiento y conquista del Oasis y la Charca de Maspalomas, con permiso del señor conde.

Sin embargo, a lo largo de los últimos decenios, se fueron asfaltando las pistas que quedaban, y aparecieron autovías, autopistas, túneles y puentes. Cada vez podíamos vivir más lejos, ir más deprisa, llegar más pronto, al menos hasta que fuéramos tantos los que nos habíamos ido a vivir más lejos, que ya la carretera, la autovía y la autopista no dieran abasto y los atascos empezaran a robar tiempo y votos, y entonces aparecían los nuevos carriles, túneles, puentes, trenes que nos permitían vivir aún más lejos, ir más deprisa, llegar más pronto, hasta que fuéramos tantos que … y así una y otra vez, atrapados en este devastador círculo vicioso.

Y en esa carrera contra el tiempo y el espacio, se nos encogió brutalmente la isla. La Vuelta de los Tarajales, la Fuente Agria y hasta Maspalomas, desaparecieron del imaginario épico y descendieron, con la Unión Deportiva, al insustancial lugar cotidiano. El paisaje se comprimió a toda velocidad, al pasar desde los 30 a los 120 kilómetros por hora, y se limitó a un fugaz vistazo a la franja inmediata, a uno y otro lado de la autopista, y a la borrosa presencia de la cumbre como telón de fondo. Tanto mermó, que algunos creyeron que, en este viaje, la isla no solo había encogido, sino desaparecido; se había quedado en unas cintas negras de asfalto y hormigón, unos bloques edificados y un suelo arrasado.

La revista

Pero entonces un amigo me dijo que había salido una extraña revista, una brillante y hermosa publicación. De natural incrédulo, me puse a buscarla y la vine a encontrar, por arte del diablo, justamente en el kiosco de la estación de guaguas. Cuando llegué a casa, con mi salomónica columna vertebral bastante perjudicada por el peso de la cosa, me puse a ojearla y comprendí el por qué de su singular nombre, Rincones del Atlántico. Porque la revista se dedicaba justamente a mostrar que la isla se había encogido, comprimido, pero seguía allí; solo que ahora sus esencias, sus presencias, sus paisajes, se ocultaban en sus más eróticos pliegues, en sus más recónditos rincones, y de allí los iba sacando cada artículo, cada foto, para permitir saborearlos página a página, una y otra vez.

Pero la revista no se limitaba a mostrar impúdicamente la belleza olvidada, plegada o escondida, sino que se implicaba, se comprometía con esa hermosura; tomaba partido por el paisaje y el patrimonio, tal como declaraba su propio subtítulo de “publicación para la difusión del conocimiento, la valorización y la protección del paisaje y del patrimonio”. Así ha seguido, ofreciendo la visión más consciente, completa y atractiva del territorio, con una edición cuidadosa y mimada, fotos deslumbrantes y una agradable tipografía. En éste número 6, los temas patrimoniales, paisajísticos y territoriales ocupan una parte sustantiva de la cincuentena de artículos que contiene; el anterior número 5 y el próximo número 7, con formato de auténtico y magnífico libro en dos tomos, se dedican íntegramente a la arquitectura tradicional en el medio rural canario, bajo el título común de arquitectura y paisaje.

A pesar de las diferencias de temas, autores, enfoques y sensibilidades, late en los artículos de todos los números un pulso común. El pulso del compromiso, el latido del amor a la tierra, la palpitación ante una realidad insatisfactoria. Si tras leerlos, no sienten ustedes un estremecimiento en el alma, unas ganas incontenibles de cambiar la vida, de salir y sentir el paisaje, de comprender y recorrer el territorio, si no sienten nada de ésto, les expreso mi más sentido pésame y lamento comunicarles que están ustedes completamente muertos.

El territorio

Y no estamos aquí para velorios. Sin catastrofismos ni alarmismos, estamos en un momento especialmente crítico de nuestra historia, un momento que se denota, más que en ninguna otra dimensión de nuestra realidad, en el territorio. Un solo dato puede darnos idea: en Lanzarote, Tenerife y La Gomera, en quince años, desde 1987 a 2002, hemos invadido con edificaciones e infraestructuras más de la mitad del suelo que habíamos ocupado desde la llegada de los europeos. En Fuerteventura, hemos construido, en ese corto plazo, casi el doble del suelo utilizado en los 600 años anteriores. Somos la generación con mayor capacidad de destrucción territorial de la historia de Canarias, y lo estamos demostrando día a día, obra a obra, ley a ley.

No somos conscientes de nuestros límites y de los límites de nuestro territorio. No nos conformamos con esparcir nuestras viviendas, nuestras urbanizaciones, nuestros centros comerciales, nuestras infraestructuras. No nos saciamos con dejar nuestra huella indeleble en el paisaje natural, rural y urbano, con destruir el patrimonio arquitectónico y etnográfico de siglos, sino que abandonamos la agricultura, reducimos año a año la superficie cultivada, primamos las importaciones y exportaciones sobre la producción propia, y así, aumentamos cada día la dimensión posible de un evento catastrófico que el cambio climático hace más probable.

El principal problema de nuestro territorio somos nosotros, los que no lo amamos, los que no nos implicamos en su defensa, los que elegimos a unos políticos corruptos, incapaces o insensibles que nos dan coartadas protectoras y leyes destructoras, que se empeñan en avanzar en contraflecha, siempre hacia el hormigón y la depredación, contra las especies y espacios protegidos, a costa del dominio público del litoral, a favor de los infractores y en contra de la legalidad. Y si hay un negocio inmobiliario difícil de vender, llaman a una o varias estrellas del show bussiness arquitectónico mundial, para que les hagan la ola y un banal lifting urbano. Y si alguien les dice que van desnudos, con las ilegalidades al aire, protestan airadamente por el daño que hacen a las islas tales denuncias, que no los vergonzosos colgajos, y piden a gritos una mordaza.

El futuro

Pero no nos queda tiempo para machangadas. El destrozo del territorio avanza y el cambio climático también. No podemos permitirnos el lujo de creer que no hay remedio, que detrás de este Berriel vendrán otros Berrieles, hasta el infinito y más allá. No hay sitio para la resignación, para la añoranza ni para la magua; tenemos que hacer un montón de cosas, desde la implacable fuerza que da la serenidad, la convicción, la voluntad y el conocimiento.

Y aquí vuelve el ejemplo y el compromiso de Rincones del Atlántico. Sin ruido, pacífica, tranquila, amable y tenazmente, Rincones lleva siete años formando, instruyendo, creando opinión, construyendo un hermoso espacio de reflexión y comunicación. A sus lectores nos toca ilusionar, consolidar, mover, extender, elevar, empujar, desplazar, implicar e implicarnos. Este es nuestro mundo, nuestro territorio, y no podemos mantenernos al margen.

Tenemos en este mismo número el ejemplo de la implicación de Rojas Fariñas y Enrique Sventenius; nos falta en esta sala la enorme, afable e incansable presencia de Jaime O’Shanahan, como nos falta en Lanzarote la presencia de José Saramago, el hombre que podía haber pasado por las islas como un extranjero más, aislado en una campana de cristal, ajeno a todo ruido externo, creando, y prefirió implicarse, levantar la voz contra la desigualdad, la ilegalidad, la corrupción y el destrozo del paisaje y del territorio canario.

Tenemos la inestimable ayuda de Rincones del Atlántico, contamos con el empeño, la voluntad, la destreza y el amor hacia su propia tierra de Daniel Fernández, que hace posible el milagro de que cada año se nos aparezca Rincones en lo alto de una humilde estantería, aunque sin pastorcitos cantando, que le darían un aire más rural y devoto. Cómprenla, hojéenla, manoséenla sin el menor pudor, morosa y amorosamente y cuando la terminen, sean consecuentes: pónganse en pié, implíquense, exijan. Y así sabremos que ustedes no están muertos, y nuestra isla tampoco.



viernes, 23 de julio de 2010

El Románico del Valle de Boí

Para los que nos gusta el arte románico visitar el Valle de Boí en el pirineo leridano es todo un lujo.
















El románico surgió en Europa en el siglo XI abarcando también los siglos XII y XIII.
Con el crecimiento económico y cultural, que se desarrolló en la Europa del año mil hubo una gran expansión demográfica, lo que llevó aparejado la roturación de nuevas tierras y la aperturas de nuevas vías de comunicación y comerciales. Fue a través de ellas como se introdujeron los nuevos estilos arquitectónicos.
El románico destaca por la sencillez de sus formas. En general las iglesias son de pequeño tamaño y con robustos muros.
Muchos núcleos de población han crecido alrededor de ellas, pero hay otras solitarias, perdidas en recónditos lugares y esas a mí me fascinan.
Muchas de estas ermitas o iglesias fueron construidas sobre antiguos templos romanos o visigodos y estos a su vez habían sido levantados sobre monumentos megalíticos, es decir en lugares especiales, mágicos..... que transmitían una energia especial.
Yo por ejemplo, siento predilección por la iglesia de Santa María de Villalcázar de Sirga en Palencia, aunque es de un rómanico tardío, casi ya en transición al gótico. Entrar en ella es sentir una paz que te acoge, que te envuelve.
También es impresionante estar eso si, cuando no hay demasiada gente, en la catedral de Santiago de Compostela y si tienes la suerte de escuchar el órgano, es ya lo máximo. Entonces vibras y sientes mil sensaciones.
Algo que me gustaría sobremanera sería escuchar en uno de estos edificios a un grupo de música religiosa medieval o antigua como Ensemble Organum, por ejemplo. Uff, sería fantástico.
En el Valle de Boí estaba en mi salsa ya que es uno de los puntos clave del románico catalán.
No hace falta decir que aquí el románico es especial ya que todos los edificios se hallan en medio de una naturaleza y un paisaje increibles: montañas altísimas, cascadas, ríos, prados, bosques y unos pueblos muy cuidados con casas de paredes de piedra, tejados de pizarra y jardines llenos de flores multicolores.















Este valle es la cuna del románico catalán (siglos XI y XII), llamado románico lombardo ya que fue introducido por gentes llegadas de esa región italiana

En el año 2001 fue daclarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.
Desde este valle se puede acceder al Parque Nacional de Aigüestortes y a las pistas de esquí más altas de España, las de Boí Taüll.

TAÜL:
Iglesia de Santa María.
Consagrada en 1123.De planta basilical y tres naves. El campanario es de planta cuadrada. Las pinturas de su interior no son las originales, pues fueron llevadas para su mejor conservación al Museo de Arte Nacional de Cataluña.





















Iglesia de San Clemente.
Su construcción data también de los siglos XI y XII. Planta basilical, tres naves con sus ábsides. El campanario adosado de seis pisos está decorado con ventanas geminadas. Las famosas pinturas de este templo se encuentran también en el Museo de Arte Nacional de Cataluña.



BOÍ:
Iglesia de Sant Joan.
También de los siglos XI y XII.Planta de cruz latina y tres naves .Torre de planta cuadrada adosada a la fachada sur. Se pueden contemplar en sus paredes pinturas de siglo Xll.






ERILL LA VALL:
Iglesia de Santa Eulalia.

Como todas las anteriores data de los siglos XI y XII. De una sola nave y cubierta de madera. Torre cuadrada de seis pisos con ventanas geminadas y decoración de arcos ciegos.

















CARDET:
Iglesia de Santa María.
Iglesia del siglo XII de una sola nave y ábside semicilíndrico. Campanario de espadaña.

















DURRO:
Iglesia de la Natividad de la Virgen.
Iglesia del siglo XII. Una sola nave y campanario adosado al muro norte de planta cuadrada.
















Ermita de San Quirce.
Se encuentra en plena naturaleza en un promontorio alejado del pueblo de Durro. De una sola nave y ábside semicircular.











BARRUERA:
Iglesia de San Feliu (San Felix).
De los siglos XI y XII. Ha sufrido numerosas reformas.De una sola nave.















En fin un bonito lugar, donde se está de maravilla.

domingo, 4 de julio de 2010

Teo Lucas: "Buscando ballenas por el mundo"

La tercera conferencia de la Escuela de Viajeros Thor Heyerdahl corrió a cargo de Teo Lucas.
Teo Lucas es profesor de un instituto de Tenerife y su gran afición son las ballenas y los delfines. Según contó, de una manera muy amena por cierto, todo empezó cuando visitó con sus alumnos la colonia de cetáceos que hay en el suroeste de Tenerife.
Desde entonces fue tanto su interés por estos animales que no ha parado de investigar y de relacionarse con ellos.
Nos narró infinidad de anécdotas que le han ocurrido en sus viajes por el mundo en busca de cetáceos.
Sudáfrica, Namibia, Argentina, Ecuador e Islas Galápagos, Costa oeste y este de Canadá, Islandia, el Mar Rojo......son algunos de los lugares que ha visitado, siempre tras estos animales marinos.
Muchas de sus fotografías están en su página personal de fotonatura, la dirección es:

http://www.fotonatura.org/galerias/6574/

Foto: Teo Lucas

jueves, 1 de julio de 2010

Sebastián Álvaro de nuevo en la "Escuela de Viajeros"

El viernes 25 de junio tuvo lugar la segunda conferencia de este año en la Escuela de Viajeros Thor Heyerdahl.
El ponente fue Sebastián Álvaro que presentó su último documental, todavía inédito. Se titula: "Piedra de luz".
Aquí dejo un pequeño fragmento (audio) del mismo.