De todas formas disfrutamos igual que si hubiera habido pues subir a Las Cañadas es siempre un placer.
Nos encaminamos al Llano de Ucanca. Allí dejamos el coche y empezamos a andar.
El llano de Ucanca es una planicie o llanura endorreica compuesta por materiales sedimentarios desprendidos de las paredes laterales del circo de Las Cañadas. Tiene un diámetro de 3 kilómetros aproximadamente.
Y en época de lluvias o con el deshielo se forman en él unos charcos de grandes dimensiones o lagunas que suelen durar pocos días debido a la infiltración.
La verdad tenía ganas de fotografiar estos charcos y así lo hice aunque pudimos observar que ya habían perdido mucha agua.
El día estaba soleado aunque soplaba algo de viento que levantaba la fina arena de Ucanca.
Una de las grandes retamas nos sirvió para guarecernos de este viento. Allí permanecimos un buen rato teniendo ante nosotros la impresionante vista de Echeide (Teide).