En la comarca de Daute, en la costa, más concretamente en la zona de
Sibora aún hoy podemos observar una gran chimenea de piedra basáltica
junto a unos salones, es un antiguo ingenio azucarero, el único
superviviente de los muchos que habían por estos lugares.
Estos ingenios eran auténticas fábricas de considerable capacidad productiva para su época.
Consistían
en unas grandes edificaciones construidas cerca de las plantaciones de
caña de azúcar y en lugares donde hubiera abundante agua que además de
regar la caña sirviera también como fuerza motriz del ingenio.
Este
ingenio en concreto funcionaba a vapor, de ahí su chimenea y lo
construyó la compañía inglesa Igller, que a principios del pasado siglo
intentó relanzar el sector azucarero que tanta importancia había tenido
anteriormente. Pero este intento sólo duró algunos años (hasta 1913), ya
que sus propietarios sustituyeron este cultivo por el del plátano.
Hoy hace la función de almacén.
También
queda un pequeño muelle, desmoronado, por donde se sacaba el azúcar al
exterior, generalmente hasta los puertos de Cádiz y Amberes.