martes, 7 de abril de 2015

EL CAMINO DE SANTIAGO EN OTOÑO

Hace apenas un mes nos dimos un saltito a La Península. Teníamos ganas de poner de nuevo los pies en El Camino aunque fuera sólo por unos días.
Decidimos empezar en Lugo ya que fue en esta ciudad donde finalizamos El Camino Primitivo, en el 2011. Y a partir de ahí, recorrer las dos etapas que hay hasta Melide, donde se une con el Camino Francés y desde allí hasta Santiago. En total cinco días.


También queríamos caminar en otoño, aunque en esta estación hay que contar que el tiempo no siempre  acompaña. Tuvimos suerte, pareciera que el tiempo se aliara con nosotros y sólo nos llovió un día mientras caminábamos, pero como íbamos preparados por si acaso... sacamos los paraguas y seguimos adelante, ahora con el aliciente de hacerlo bajo la lluvia.
Cuando llueve en Tenerife y es un agua sin viento, ni truenos, ni nada por el estilo solemos ir a caminar a la montaña de Güímar, es estupendo.

Volviendo al Camino, no cabe duda que caminar en esta época es mucho más relajado,  no hay aglomeraciones de gente, puedes disfrutar más del silencio y extasiarte en lo bonito que está todo vestido de otoño. Pasar bajo las corredoiras como dicen los gallegos, es todo un lujo. Los colores dorados, nuestros pasos sobre la mullida alfombra de hojas secas.... hacen que el cuerpo y la mente entren en conexión directa con la naturaleza.