sábado, 27 de febrero de 2010

Las Batuecas -Peña de Francia- La Alberca

Hace unos días y aprovechando que no somos muy carnavaleros, hicimos un viaje por tierras de España y Portugal.
El tiempo no estuvo muy bueno: frío, nieve, lluvia y viento nos acompañaron en todo el recorrido.
Teníamos ganas de visitar la Peña de Francia y alrededores y por allí estuvimos.
Esta comarca está aún bastante intacta. A pesar de que recibe muchos visitantes con el buen tiempo.



Llena de historia y de leyendas y con un patrimonio natural que le ha servido para obtener recientemente el título de" Reserva de la Biosfera".
En 1978 se creó también" El Parque Natural de Las Batuecas- Peña de Francia".
Está situada al sur de la provincia de Salamanca lindando con Las Hurdes ya en la provincia de Cáceres.
Es una comarca muy montañosa perteneciente al Sistema Central. En la cima de la montaña "La Peña de Francia" se encuentra el santuario mariano más alto del mundo (1723 metros)



La ascensión a La Peña de Francia se hace por una estrecha carretera que va rodeando la montaña hasta llegar a su cima.



A medida que vamos cogiendo altura la nieve es más abundante.



Hace tanto frío que algunas pequeñas cascadas estan totalmente congeladas.





Llegamos arriba. El termómetro del coche marca 4 grados bajo cero. El aire que sopla en el exterior nos hace sentir mucho más frío todavía. Desde luego no se puede estar mucho tiempo a la intemperie.







No podemos marcharnos de aquí sin visitar la famosa Virgen Negra de la Peña de Francia.
Desde el aparcamiento donde tenemos que dejar el coche hay tal vez unos 200 metros hasta el santuario. El suelo esta totalmente nevado y en algunas zonas con una capa de hielo. Tenemos que ir con mucho cuidado para no resbalar.







La Virgen de La Peña de Francia tiene su leyenda. Es la siguiente:
Un estudiante parisino, llamado Simón Roland, allá por el siglo XV, fue testigo de una aparición de la Virgen, que le dijo que buscara una imagen suya que había estado perdida durante siglos. "Simón vela, no renuncies a tu santa peregrinación, que tus trabajos tendrán recompensa".
De ahí a que posteriormente se conociese a este hombre con el nombre de "Simón Vela".
La historia sigue contándonos que Simón busca la imagen por toda Francia sin éxito.
Recibe más mensajes de la Virgen y llega hasta Santiago de Compostela, y de allí hasta Salamanca, donde oiría las primeras referencia a la Peña de Francia. De allí fue hasta San Martín del Castañar donde logra, con ayuda de unos vecinos, destapar la gruta donde se hallaba la talla.
Simón construyó allí una capilla y se dedicó al cuidado de la Virgen.
Después fueron los Dominicos los que se encargaron del lugar.



Decidimos quedarnos en el pueblo de La Alberca. Además de ser un pueblo precioso y acogedor nos queda en medio de todos los lugares que queremos visitar.
La Alberca es un pueblo de casas de piedra y granito, con vigas de madera vista que tienen como máximo tres pisos de altura. Cada piso tenía un uso específico. El piso bajo servía de cuadra para los animales. La cocina estaba en el primer piso y en el segundo estaban los dormitorios. El desván lo usaban para curar y secar la carne, el queso y los embutidos tan exquisitos en estos pueblos serranos.



Tiene también La Alberca una bonita y serrana Plaza Mayor con soportales levantados sobre columnas de granito y madera. Un crucero y una fuente conforman el paisaje de este lugar.









Hace frío y desayunamos chocolate con churros en un bar cercano a la misma.
En esta época el pueblo está más apagado, hay poca gente en las calles. Los balcones y ventanas de las casas que con el buen tiempo se llenan de flores ahora están grises y vacíos.





En las calles las numerosas fuentes nos dan una idea clara que aquí no hay escasez del preciado líquido.





Caminamos por las estrechas callejuelas del pueblo entramos en algunas que otra tienda de embutidos y jamones.
Observamos también, como las casas tienen muchísima leña acumulada para calentar el hogar y soportar así, el duro invierno.



La iglesia principal es la de Nuestra Señora de la Asunción del siglo XVIII. Aunque la torre de la misma es unos 200 años más antigua.



En La Alberca hay una tradición que consiste en tener un cochino (cerdo) suelto por las calles del pueblo que es alimentado por los vecinos. El cochino llamado " cerdo de San Antón", es bendecido el 13 de julio y liberado por las calles del pueblo. El 17 de enero día de San Antón, el cochino es rifado ante las puertas de la iglesia.
El pueblo como no, tiene una escultura que rinde homenaje a este famoso animal.







Queremos ir al día siguiente a Las Batuecas. Unos amigos nos han dicho que es un lugar fabuloso.
Eso si, hay que dejar el coche y caminar. Esperemos que el tiempo nos ayude.
El día ha amanecido gris y un poco lluvioso.
Las Batuecas se encuentran a unos 12 km de La Alberca, en un valle, rodeadas de bosques, riachuelos y pequeñas cascadas. En fin, un paraiso.



La carretera desciende por las paredes de profundos valles. En las partes más altas podemos ver al igual que ayer pequeñas cascadas heladas que irán desapareciendo a medida que avanzamos.





El monasterio carmelita que se encuentra en el fondo del valle es un lugar para la oración y el retiro.



En la entrada se pueden leer estos bonitos versos.



Desde aquí parten numerosos senderos. Unos nos conducen a las pinturas rupestres, muy abundantes en esta zona. Otro siguiendo el cauce del río Batuecas, y muchos más. No hicimos ninguno por el frío y el mal tiempo..... pero queda pendiente para otra ocasión.

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