Este año se celebra el 500 aniversario de la Bajada de El Socorro. Esta fiesta es una de la más antigua y tradicional de Canarias.
El 7 de septiembre al amanecer, cientos de personas esperan la salida de la Virgen del Socorro de la iglesia de San Pedro, en Güímar, donde permanece durante todo el año, para acompañarla en su bajada hasta el caserío de El Socorro.
El ambiente que se respira es indescriptible: el intenso olor a albahaca, el sonido de los bucios y voladores, la danza de las cintas, los guanches, la banda de música tocando el pasodoble de Al Socorro.... y la salida de la Virgen, hacen que más de uno suelte una lagrimilla.
Durante "La Bajada" no faltan las típicas pellas o pelotas de gofio, la carne, el vino.... y seguro, seguro, que más de uno o una, llegan al Socorro más animados de la cuenta.
Después de unas 3 o 4 horas de camino, La Virgen llega a su ermita, abarrotada de gente, que con mucha emoción la reciben llenas de alegría.
Pasodoble de "Al Socorro" de Miguel Castillo.
Desde allí, saldrá de nuevo por la tarde, para dirigirse al Llano de la Virgen, donde tendrá lugar "La Ceremonia de los Guanches".
La Ceremonia es la representación, por parte de vecinos de Güímar, de la aparición de La Virgen, allá por el año 1400, aunque esta fecha no es precisa.
Cuenta la leyenda que unos pastores guanches cuidaban de su ganado en la playa de Chimisay, cuando de repente, éste se asustó. Entonces comprobaron que la causa de tal aspaviento, era la imagen de una mujer que se encontraba sobre una roca. Le hicieron señales para que se apartara y así el ganado pudiera pasar, pero al no ver ningún movimiento por parte de la mujer, uno de los pastores cogió una piedra con la intención de tirársela. Pero.... en ese mismo momento el brazo se le quedó inmóvil.
A su vez, el otro guanche que había observado todo lo sucedido, intentó agredir a la imagen con una tabona (piedra cortante), pero pasó que la piedra le hizo una herida en su propio dedo.
Ante estos hechos, los guanches sorprendidos y asustados corrieron hasta Chinguaro, donde habitaba el mencey (rey) para contarle lo acaecido.
Todos los guanches allí presentes, con el mencey a la cabeza, se dirigieron hasta el lugar, donde aún permanecía la imagen, tras observarla con gran asombro y comprobar que aquello era algo sobrenatural, se arrodillaron ante ella. Entonces ocurren dos milagros, el brazo del guanche que aún permanecia paralizado, recobra su movimiento y la herida en el dedo del otro, causada por el corte de la tabona cicatriza al momento.
¡Aquello no podía ser otra cosa más que un milagro!.
Con mucho cuidado, cargan la imagen y la trasladan a Chinguaro donde la veneraron durante unos cuarenta años, hasta que fue trasladada definitivamente a Candelaria.
Como se puede ver, esta es la historia de la Virgen de Candelaria, porque la Virgen del Socorro no es sino una derivación de la misma. Según sigue contando la tradición, subiendo una pendiente durante el traslado, el peso se hizo insoportable por lo que los guanches tuvieron que pedir ¡socorro!. De ahí su nombre.
miércoles, 8 de septiembre de 2010
La fiesta de El Socorro
Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir en XCompartir con FacebookCompartir en Pinterest
Publicado por
Dácil
en
22:40
Etiquetas:
Canarias,
Fiestas,
Tradiciones
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario