En muchos lugares de nuestra isla no es recomendable beber agua de la llave (grifo), se recurre al agua embotellada o bien a colocar un filtro.
Antiguamente muchas casas canarias tenían una destiladera (piedra-estila) que no es, diríamos, más que un filtro natural.
Consiste en una piedra arenisca tallada de forma semiesférica y hueca, esta oquedad se llena de agua que poco a poco, gota a gota se va filtrando y depositándose en un bernegal o talla situado en la parte inferior.
El bernegal se tapa con un plato agujereado que dejará pasar el agua al interior del recipiente.
El agua ya filtrada a través de la piedra es un agua de gran calidad y muy fresca.
Estas piedras con el paso del tiempo se van llenando de musgo y de culantrillos, adquiriendo un aspecto muy bonito.
Las destiladeras se colocaban en un mueble de celosías de madera o bien sobre unas repisas de mampostería y siempre en un lugar fresco y ventilado generalmente en un patio.
Hoy sería bueno recuperar la tradicional piedra de destilar, para nuestras casas, nos ahorraríamos el tener que comprar agua embotellada y seguro que estaríamos bebiendo un agua de mayor calidad.
Esta que vemos en la foto está en casa de mi tía y según dicen es ya centenaria, pues era de tiempos de mis bisabuelos.
martes, 28 de diciembre de 2010
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