Hace unos días estuvimos caminando por los altos de La Matanza de Acentejo y El Sauzal. En las fotos de abajo podemos ver Los Nateros, de camino a La Vica.
Empezamos y terminamos nuestra caminata en La Vica (sendero circular) por un camino que discurre por un monte de laurisilva precioso.
Este camino es ligeramente ascendente pero llegados a un punto se une a una pista mucho más fácil de andar pues es prácticamente llana. Por aquí la vegetación no es tan exubertante, la componen mayoritariamente brezos y otros arbustos de pequeño porte.
Más adelante entramos en un monte de pinos, creo que californianos, de gran altura.
Luego giramos a nuestra izquierda y cogemos una vereda que nos llevará hasta la zona recreativa de Las Calderetas, ya en el municipio de El Sauzal. Como es domingo está muy concurrido el lugar. Nosotros hacemos un pequeño descanso y nos aprovisionamos de agua fresca.
Al rato seguimos la marcha por la pista asfaltada que conduce a este parque recreativo. Por aquí ya se ven algunas fincas plantadas de frutales y sobre todo muchos castañeros de gran tamaño que ahora están en plena floración.
A nuestro paso nos encontramos con el Campo de Tiro, es imposible no verlo ya que los múltiples disparos atraen nuestra atención. Al lado está el restaurante del mismo nombre "Campo de Tiro" allí hacemos otra parada, esta vez para picar algo: escaldón y carne de cabra y para los vegetarianos queso blanco con mermelada de higos. Ahora repuestas las fuerzas continuamos el camino.
Seguimos descendiendo por la pista hasta llegar a un grupo de casas desde donde parte un camino a la izquierda que según nos dijo un vecino nos llevaría a La Vica nuevamente.
El camino está bordeado por gran cantidad de helechos, el día se ha puesto muy caluroso y apenas hay sombra, pero, poco a poco estos helechos van dando paso a los pinos y estos a su vez a los eucaliptos que el calor ha hecho que desparramen un intenso aroma por el aire. Mejor ambientador, imposible.
Volvemos a adentrarnos ahora, en la laurisilva, en estos bosques si que se nota la frescura que tanto deseábamos. Por algunos sitios es tanta la espesura y frondosidad que se forman auténticos túneles vegetales.
En diferentes tramos se mezcla el bosque con los gigantescos castañeros.
El sendero va bordeando el monte y por algunos huecos, a modo de miradores, podemos contemplar las tierras de cultivo plantadas de millo, papas, parras y frutales sobre todo. También podemos ver algunas casitas dispersas que en conjunto forman un magnífico paisaje.
Como vamos caminando, como dije antes, por el límite: monte /tierras agrícolas, la última parte del recorrido lo volvemos a hacer por el monte, que con el calor que hace es todo un placer. Un poco más, disfrutando al máximo de estos parajes, llegamos al punto de partida, dando aquí, por acabado este sendero.
