viernes, 6 de julio de 2012

Fiesta de San Pedro. Valle Gran Rey. La Gomera

Aprovechando los primeros días de las vacaciones nos fuimos a La Gomera, concretamente a Valle Gran Rey.  En la zona de La Playa, se celebraba la fiesta de San Pedro y San Pablo, de la que pudimos disfrutar.
El 29 por la tarde hubo una procesión marítimo-terrestre de la que me habían hablado y tenía ganas de conocer.


Hoy como es el "día grande" de las fiestas, las imágenes de los dos Santos  son colocadas en la plaza, delante de la ermita. Durante ese tiempo son visitadas por vecinos y foráneos, la afluencia de gente se va haciendo más numerosa a medida que se acerca la hora de la procesión.
Mientras tanto van llegando a la playa, lanchas enramadas con hojas de palmeras, tan abundantes por aquí, y banderas de colores.



Aproximadamente a las 18:00 horas, es conducido San Pedro hasta la orilla del mar. Delante de él un grupo de hombres y mujeres tocan las chácaras y el tambor. La procesión va abriéndose paso entre la gente que disfruta de la playa.




Allí el Santo es subido en una pequeña lancha que a su vez  lo traslada  hasta otra un poco mayor fondeada  más afuera.




Ahora sí, la comitiva zarpa en dirección al muelle de Vueltas desde donde regresará de nuevo por el litoral de Valle Gran Rey, al punto de partida.





 Al mismo tiempo se está celebrando desde las 16:00 horas, el Torneo de "Bola Canaria".


Nosotros aprovechamos y nos sentamos en una de las tantas terrazas del  paseo donde nos comemos unos camarones y unas cervezas frescas que nos ayudan a soportar mejor el calor.


Después de un buen rato, vemos asomar por La Puntilla las lanchas que poco a poco se van acercando.





 La gente que se había dispersado un poco se va juntando de nuevo. Ahora también han llevado a San Pablo hasta la orilla.


Después de desembarcan a San Pedro, los dos Santos hacen un recorrido por las calles de la zona.





 En la foto de abajo vemos las banderas adornando las calles por donde pasa la procesión . Al fondo el impresionante acantilado de La Mérica.


También se han unido a la procesión un grupo de gente que baila al ritmo de las chácaras y el tambor.


Esta fiesta se parece en cuanto a espontaneidad a la del Socorro, la gente participa y se divierte. No es un espectáculo que se hace cara a la galería, dónde todo está medido y controlado.
Ya por la noche se celebró una animada verbena que seguramente duró hasta el amanecer.