Un año más, por esta época, subimos a los altos de Arafo, a los viejos castañeros. Desconozco que manos los plantaron, pero han pasado de generación a generación hasta nuestros días y nosotros los conservamos con mucho cariño.
En la imagen de abajo vemos el tronco de un castañero (como decimos aquí, ya que como se observa, no es un hombre que vende castañas) en el que podemos ver también parte de su historia.
En la siguiente foto: el agua de la lluvia quedó contenida en el tronco hueco de un castañero.
Algunos erizos aún están cerrados, les falta un tiempo para madurar.
Todavía sus hojas no se han vestido de otoño. Aunque algunas, más adelantadas, van cambiando ya el verde por el amarillo o marrón (canelo).
Bajo los castañeros se extiende una alfombra de hojas y erizos, algunas recientes pero sobre todo de años anteriores que con el paso del tiempo se convertirán en humus. Aquí tenemos una de las tantas muetras de la autosuficiencia de La Tierra.
Después de coger las castañas hicimos un riquísimo fritango que comimos acompañado de un vino blanco de Las Dehesas.
Receta del Fritango de castañas:
Ingredientes:
-Castañas.
-Tocino o carne blanca de cochino.
-Ajo, cebolla, pimientos verde y rojo, tomate, pimiento molido (pimentón), orégano, pimienta y sal.
Para los vegetarianos se puede sustituir la carne por aceite.
Modo de hacerlo:
Se asan las castañas. (Hay que hacerles una cortadita o quitarles un trocito de cáscara).
Luego se pica la carne en trozos pequeños y se pone a freir en una sartén. Cuando suelte toda la grasa le añadimos el ajo, la cebolla, los pimientos y los tomates. Luego el pimentón, la pimienta, el orégano y sal (si la carne es salada no).
Finalmente se pelan las castañas, se le añaden al fritango y.... ¡a comer!
Aquí dejo unas imágenes de las plantas y las semillas que estaban dormidas y que han despertado con la lluvia.
