miércoles, 29 de octubre de 2008

La Gomera. Un paraíso cercano.

A menudo solemos ir a La Gomera. Es un paraíso que tenemos muy cerca.

De forma casi circular y con sus 372 kilómetros cuadrados, La Gomera es la isla canaria que más tiempo hace que no tiene una erupción volcánica (2.000.000 de años aprox.).
Posee una meseta central donde se halla el pico de Garajonay (1487 metros) la altura mayor de esta isla. Desde ahí parte una red de barrancos que acaban en el mar. Es en ellos donde vive la mayor parte de la población de la isla y donde se desarrolla su agricultura.
La isla está muy bien conservada, hasta los años 60 del siglo pasado, su población se comunicaba por mar.
Siempre que vamos nos quedamos en Valle Gran Rey. Una vez en el muelle de San Sebastián, cogemos el coche y tomamos la carretera que va hacia el centro-sur de la isla. Dejamos atrás La Villa, y desde lo alto podemos observar una vista de Tenerife espectacular. Pronto llegamos a Ayamosna con su famoso Sombrerito de forma cilíndrica y rematado por un cono. Por todos lados vemos bancales, hoy abandonados, pero que años atrás fueron la despensa cerealista de parte de la isla.


Muy cerca de aquí, encontramos La Degollada de Peraza. Nos paramos en un bar para degustar el rico almogrote gomero, hecho con manteca, ajos, queso, pimentón y sal y que untado en pan está riquísimo.
El paisaje empieza a cambiar. Estamos cerca del Parque Nacional de Garajonay y lo notamos en la vegetación que ya es mas verde y frondosa. Como gigantes que nos dan la bienvenida antes de meternos en el bosque, nos encontramos los Roques de Agando, Ojila y Zarcita, chimeneas petrificadas de antiguos volcanes.
En 1986, es declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, por ser un bosque de laurisilva, auténtica reliquia del Terciario. 


Seguimos nuestro camino, hasta salir del Parque Nacional. Llegamos al Caserío de Arure, perteneciente al municipio de Valle Gran Rey y comenzamos a bajar por la serpenteante carretera. Ya se ve el pueblo, abajo, extendido por el fondo del barranco y encaramándose timidamente por sus laderas.
Valle Gran Rey es un vergel. todo está rodeado de vegetación. Miles de palmeras, cañaverales y pequeñas huertas van acompañándonos hasta llegar a la parte baja, ya cerca del mar. Allí el terreno es mas llano y amplio y hay fincas de plataneras y otras frutas tropicales.

Es aquí, donde nos encontramos la parte más turística, aunque no es un turismo de masas, sino el turista amante de la naturaleza y de caminar, el que va buscando la tranquilidad, un turismo de calidad.
Además de practicar el senderismo, puedes disfrutar de sus playas de arena negra y después comer en uno de los restaurantes que te ofrecen un pecado fresco, que está para chuparse los dedos.

No podemos dejar de visitar Taguluche, otro caserío de Valle Gran Rey. Perdido en el fondo de otro barranco. 
Este pueblito ya sea por su aislamiento, por su belleza y tranquilidad merece la pena perderse un día por lo menos en él, sin prisas, sintiendo y disfrutando de cada rincón, hablando con sus gentes, escuchando el ruido profundo del mar, la brisa, los olores....Todo.




Cargadas las pilas, regresamos a nuestras rutinas.


domingo, 19 de octubre de 2008

El guayabo

Desde tiempos de mis abuelos ha habido guayaberos en nuestros canteros (campos, huertas..);
La zona de Arafo es muy buena para su cultivo, desde la costa hasta las medianías.
Ya mi familia, los cosechaba para vender a los gangocheros (intermediarios) que se encargaban de llevarlos a la recova (mercado). Pero claro, también dejaban para nuestro consumo, el de nuestras amistades y vecinos (antes se compartía más).
El guayabo es un fruto tropical, de aroma intenso y corteza amarilla cuando está maduro, aunque se suele coger aún verdoso por ser una fruta que dura muy poco. Por dentro, su pulpa es rosada con muchas semillitas (granas).
Es rico en vitamina C, tres veces más que una naranja. Se recolecta en otoño. En casa además de comerlo crudo se hacía mermelada.
También asocio a los guayabos con mi niñez, cuando salía de la escuela, y para merendar, mi madre y las de mis amigas nos preparaban bocadillos de queso con dulce de guayabo Conchita, este dulce que aún hoy se encuentra en las tiendas, lo fabrican en Cuba, actualmente viene en cajitas de plástico, pero cuando era pequeña, su presentacion era distinta: cajitas de madera y envuelto en papel de celofán.
Bueno, me está entrando hambre, voy a comerme un par de guayabos....



domingo, 12 de octubre de 2008

Breve historia de Canarias

Las Islas Canarias son un archipiélago situado en el Océano Atlántico a unos 100 km de las costas africanas y a unos 1400 de Europa.
Lo conforman siete islas: Tenerife, La Palma, La Gomera, el Hierro, Gran Canaria, Fuerteventura, Lanzarote y varios islotes: La Graciosa, Montaña Clara, Roque del Este, Roque del Oeste e Isla de Lobos.



Los primeros pobladores de las islas fueron los guanches, pueblo que habitaba en Tenerife, pero por este nombre, reconocemos a los habitantes de las demás islas también. El origen es norteafricano, aunque hay diversas teorias de como pudieron llegar a las islas, pues era un pueblo que vivía de espaldas al mar y no se les conocía ningún tipo de embarcación.
Se dedicaban de forma destacada al pastoreo, pero también a la agricultura, la pesca de orilla, el marisqueo y a la recolección de frutos.
Generalmente vivían en cuevas, aunque según las islas, pues en algunas existían también poblados de pequeñas cabañas.
Adoraban al sol, que le llamaban Magec en Tenerife y que en las otras islas recibía diferentes nombres. También creían en un dios bueno Achamán y una especie de demonio que habitaba en el interior del Teide al que llamaban Guayota.
En 1402 empezó la conquista de las islas por la Corona de Castilla y terminó en 1496, casi un siglo después.
Con la conquista acabó el modo de vida guanche y se impuso el del colonizador peninsular. Muchos guanches fueron masacrados o hechos esclavos, lo perdieron todo, por perder hasta su nombre, que les cambiaron por alguno de origen español.
Pero siempre quedaron los guanches alzados que huyeron a lo más profundo de las islas y que sobrevivieron aislados, estos y el mestizaje que hubo hizo que la raza sobreviviera.



Despues de la conquista de las islas y con los mismos métodos, comenzó la conquista de América.
El tiempo pasó y todos las colonias americanas fueron adquiriendo la independencia de la metrópoli, menos Canarias, que aún es colonia española, por mucho nombre de autonomía que se le dé.
Pero...¿Como se conserva una colonia? Ante todo, teniendo gente aquí que vela por los intereses de allá. Utilizando los medios de comunicación para, de una manera indirecta meternos miedo y hacernos pensar, que solos no iríamos a ninguna parte. Para ello, también han hecho desaparecer el sector primario haciéndonos dependientes del exterior en un porcentaje muy alto. Superpoblación, separatismo entre islas, fracaso escolar y un nivel cultural bajo, entre otras factores, hacen que una población sea fácil de manipular.
Esto no debe seguir así por más tiempo. Luchemos por nuestra identidad y dignidad como pueblo, aquella que ya, tantos siglos atrás nos robaron aquellos conquistadores.

lunes, 6 de octubre de 2008

El sendero de la montaña

Muchas tardes voy a andar a la "Montaña Grande", "Montaña del Socorro" o "Volcán de Güímar".



El sendero transcurre por su base, rodeándola por completo. A un paso normal puedes tardar en darle la vuelta unos 40 minutos. Generalmente se deja el coche en una pista de tierra, que separa la autopista del sur de la montaña. Al principio el camino es bastante ancho y nos conduce a unos invernaderos. Si se observa la montaña por este lado, vemos que tiene unos grandes hoyos, como si fueran cicatrices, esto es debido a que en los años 60 y 70 del siglo pasado estuvieron sacando picón, y que afortunadamente prohibieron.





Ahora el sendero se estrecha, pero es cómodo para andar. El silencio por aquí es casi absoluto, sólo roto por el canto de algún pajarillo que revolotea sobre los grandes cardones, tabaibas y balos. o quizás el ruido de algún lagarto que se esconde a nuestro paso.



Si voy con tiempo me suelo parar un poco en "Las Morras del Corcho" desde aquí, tenemos una vista panorámica del Malpaís con la mar al fondo.





El firme del sendero es bastante irregular, pero hay zonas que son de arena negra traída por el viento, que por cierto, suele soplar muy a menudo, de la vecina playa de "El Socorro" o "Chimisay".



El último tramo es un poco ascendente, pasamos por terrenos que hace años se plantaban de tomateros y que hoy en día estan dentro del "Espacio Protegido del Malpaís".



Un poco más, y estamos en el punto de partida. ¡Hemos dado una vuelta a la montaña!.
Lo recomiendo.

sábado, 4 de octubre de 2008

Octubre

Hace tiempo que quería empezar un blog. Y ha llegado el momento.
Es Octubre, es otoño.
En Tenerife, en Canarias, el otoño no es tan espectacular como en otros lugares, en que los árboles caducifolios empiezan a cambiar el color de las hojas, hasta su completa caída, en el invierno. Aquí el otoño es más discreto, no lo reconocemos tanto en el paisaje. Pero, se siente.
Timidamente empieza a cambiar la temperatura, las noches son ya un poquito más frescas, al ser más cortos los días, y el cielo se empieza a llenar de nubes cada vez más compactas, que se dejan ver allá por la Ladera de Chafa, esas, generalmente nos traen viento, pero otras veces cuando el alisio es más potente nos dejan algo de lluvia, que regará los árboles y plantas, que ya ni siquiera presentan ese color amarillento sino tonos parduzcos, tras la sequía veraniega.



Tambien Octubre es el mes de las últimas vendimias, en los altos de Güimar y Arafo del que saldrá un vino blanco exquisito. Mes en que se recogen las almendras, empiezan los guayabos, las naranjas...Todos esos frutos que en mi niñez eran más abundantes que ahora, porque las gentes mimaban sus huertos y se sentían orgullosos de ellos.
En octubre tenemos las bonanzas, cuando el mar, la mar como decimos por aquí, se pone como un plato. Y también, es el mes en que retomamos plenamente, el ritmo de nuestro trabajo cotidiano tras el lapsus del verano y la transición de septiembre.
En fin, un mes que me gusta mucho....bueno ....todos son especiales.
¡ A vivir!