Hace tiempo que quería empezar un blog. Y ha llegado el momento.
Es Octubre, es otoño.
En Tenerife, en Canarias, el otoño no es tan espectacular como en otros lugares, en que los árboles caducifolios empiezan a cambiar el color de las hojas, hasta su completa caída, en el invierno. Aquí el otoño es más discreto, no lo reconocemos tanto en el paisaje. Pero, se siente.
Timidamente empieza a cambiar la temperatura, las noches son ya un poquito más frescas, al ser más cortos los días, y el cielo se empieza a llenar de nubes cada vez más compactas, que se dejan ver allá por la Ladera de Chafa, esas, generalmente nos traen viento, pero otras veces cuando el alisio es más potente nos dejan algo de lluvia, que regará los árboles y plantas, que ya ni siquiera presentan ese color amarillento sino tonos parduzcos, tras la sequía veraniega.
Tambien Octubre es el mes de las últimas vendimias, en los altos de Güimar y Arafo del que saldrá un vino blanco exquisito. Mes en que se recogen las almendras, empiezan los guayabos, las naranjas...Todos esos frutos que en mi niñez eran más abundantes que ahora, porque las gentes mimaban sus huertos y se sentían orgullosos de ellos.
En octubre tenemos las bonanzas, cuando el mar, la mar como decimos por aquí, se pone como un plato. Y también, es el mes en que retomamos plenamente, el ritmo de nuestro trabajo cotidiano tras el lapsus del verano y la transición de septiembre.
En fin, un mes que me gusta mucho....bueno ....todos son especiales.
¡ A vivir!
sábado, 4 de octubre de 2008
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