martes, 28 de febrero de 2012

Por el Canal de Castilla: Medina de Rioseco - Capillas

Cuando planificamos el viaje que hicimos en carnavales teníamos claro que queríamos caminar por el Canal de Castilla.
Aunque el tiempo, que teníamos era escaso pudimos hacer un sendero de 22 km. desde Medina de Rioseco hasta Capillas. Algo es algo. El canal en total recorre 207 km y se tardaría alrededor de diez días recorrerlo en su totalidad.



Este Canal es una gran obra de ingeniería. Se empezó a construir en el siglo XVIII para facilitar las comunicaciones y el comercio, principalmente de los excedentes de la agricultura. En un principio el proyecto consistía en que llegara a Santander pero nunca llegó a terminarse, primero por falta de financiación y después por la competencia con el ferrocarril, ganando la partida este último.



Medina de Rioseco es una población de unos 5000 habitantes posee monumentos importantes como la iglesia de Santa María de Mediavilla y la de Santiago Apóstol entre otros.



Pero nosotros a lo nuestro, al Canal. Nos dirigimos a la dársena, allí está la fábrica de Harinas San Antonio que ya no funciona y hoy en día es un Museo.





Hace mucho frío a pesar de que el día está soleado y no hace ni pizca de viento. Son las once de la mañana y el Canal sigue helado tras la fría noche. Unos pajaritos que están aprendiendo a patinar, se deslizan sobre la capa de hielo.



Más arriba, al lado izquierdo de la dársena está el barco turístico "Antonio de Ulloa" que recuerda a los del Mississipi. Este barco es de propulsión eléctrica y totalmente ecológico. Por lo visto en verano es casi imposible encontrar un hueco en él, en cambio ahora no hay nadie, por lo tanto pensamos que tal vez no está realizando las salidas. Dentro hay un hombre y le preguntamos. Nos dice que si están haciendo el recorrido pero que hasta las cuatro y medía no puede salir por el hielo que tiene el Canal.
Empezamos a andar por el camino de sirga que hay al lado del Canal, bueno en realidad hay dos, uno por cada lado y que al principio eran usados por los animales que tiraban de las barcazas.







El lugar es precioso, el Canal es como una línea verde que atraviesa estas áridas tierras castellanas. A todo lo largo se han formado una serie de humedales muy ricos en flora y fauna. Los árboles en esta época no tienen hojas pero aún así, están igual de bonitos.
Al ratito de estar andando, ya no tenemos frío, incluso tenemos que quitarnos algún abrigo.
A lo largo del Canal hay numerosos puentes y nos encontramos alguna fábrica más de harinas o papel que están en estado ruinoso.







Lo más que nos llama la atención son las esclusas que se hicieron para salvar el desnivel, bueno es como el Canal de Panamá pero en pequeño. Entre Medina de Rioseco y Capillas hay siete. Al lado de estas también solía haber una construcción, era la casa del esclusero.









Además de puentes y esclusas también hay acueductos, se construyeron para salvar el cauce de los ríos y arroyos que el Canal encuentra a su paso. Estos puentes-acueductos dejaban pasar al río por debajo mientras que por encima pasaba el canal y sus sirgas.
Muy cerca de la séptima esclusa en Tamariz de Campos hay un acueducto de cinco arcos que cruza el río Sequíllo. Por cierto este río estaba también helado y bajo el acueducto se habían formado muchísimos carámbanos de hielo, digamos que de algunas "goteras" que tenía el Canal.







En todas las esclusas y casas que nos encontramos hay unos paneles informativos, con fotografías antiguas del lugar. Por lo visto, desde 1959 en que navegó por él la última barcaza los caminos se fueron abandonando y por muchos sitios estaban totalmente perdidos, aunque en estos últimos tiempos se han recuperado. Este Canal se hizo a pico y pala, primero por campesinos y después por prisioneros de guerra.



Llegamos a Capillas un típico pueblo castellano de casitas apiñadas de adobe y palomares a su alrededor.





Ya casi se va a poner el sol, hemos recorrido 22 km y desde luego no podemos regresar a Medina de Rioseco andando. Nos encontramos a un hombre joven que salía en su tractor. Le preguntamos si en el pueblo había un taxi o si pasaba alguna guagua. Nos dice que no. Pero que en el pueblo de al lado Villarramiel que está a cuatro km si había uno. Con toda la amabilidad del mundo dió marcha atrás al tractor, cogió su coche y nos alcanzó hasta la casa del taxista, este a su vez nos llevó hasta Medina de Rioseco.
Cogimos el coche y nos fuimos hasta Villalpando dónde estábamos hospedados, concretamente en "Posada Los Condestables" que la recomiendo, es todo un lujo quedarse allí.

Imágenes del recorrido:

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