Tordesillas es un bonito lugar con mucha historia sobre sus piedras. Como muchas ciudades castellanas estaba situada sobre un altozano para así poder vigilar los alrededores.
A sus pies, el río Duero cruzado por un puente medieval con diez ojos apuntados.
Esta foto está sacada desde el exterior del restaurante Doña Carmen, dónde nos comimos una sabrosísima sopa castellana.
Además de la ciudad y el puente podemos ver, en el primer plano de la foto, la "Playa de Tordesillas" muy concurrida en verano.
Visitamos también la llamada Casa del Tratado que recibe su nombre del famoso Tratado de Tordesillas (1494), en el que España y Portugal se repartieron el Nuevo Mundo.
Allí se encuentra actualmente la Oficina de Información Turística, El Museo del Tratado, una Sala de Exposiciones y la Casa de la Cultura.
Al lado de la Casa del Tratado se encuentra la Iglesia de San Antolín que alberga el Museo de Arte Sacro.
Después nos dirigimos a uno de los monumentos más representativos de Tordesillas, El Monasterio de Santa Clara. Justo cuando llegamos iba a empezar una visita guiada, con muy pocas personas, por cierto. ( Esta época del año es ideal viajar por estos lugares si lo que vas buscando es tranquilidad). Sacar fotografías del interior estaba prohibido, por eso les dejo este enlace del monasterio por si tienen interés en verlo. Real Convento de Santa Clara
Algunas imágenes del exterior del convento:
No queríamos irnos de allí, sin antes pasar por el torno (mampara giratoria) para comprar los dulces que estas monjas de clausura realizan en su obrador.
En un folio, pegado a la pared, están todas las variedades de dulces que hacen y los precios. Cuando decidimos cuales queremos tocamos el timbre. Al ratito se oye la voz de una mujer joven, desde detrás del torno que nos saluda con un -Ave María Purísima, al que respondemos -Sin pecado concebida.
Le pedimos una cajita de 300 gramos de almendrados y otra de galletas de nata. Las coloca en el torno y lo gira luego realizamos la misma operación para pagar.
La verdad que estaban riquísimas además de ser una bonita experiencia esta forma de comprar....
Tordesillas tuvo un gran esplendor en tiempos de los Reyes Católicos. Su hija, la Reina Juana, más conocida por Juana la Loca, estuvo durante 55 años recluida, tenía entendido que en el convento de Santa Clara, cosa que desmintió la Guía que nos acompañó durante el recorrido por el mismo. Según nos dijo estuvo en un palacio, hoy desaparecido que estaba junto al convento y que en la actualidad el solar está ocupado por jardines en los que podemos ver una maqueta en bronce del antiguo palacio.
Antes de irnos de Tordesillas recorremos sus calles y la Plaza Mayor.
Un bonito lugar con mucho que visitar.
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Simancas es otro pueblo con mucha historia. Se encuentra a 19 km de Tordesillas en la autovía A-62.
Su castillo albergó desde tiempos de Carlos I y Felipe II el Archivo General del Reino, con más de 35.000.000 de documentos. Hoy es sede del Archivo Histórico con documentación desde 1540.
El castillo se asienta sobre una fortaleza que ya existía desde los comienzos de la Edad Media aunque tal como lo vemos en la actualidad es fruto de sucesivas reformas llevadas a cabo en los siglos XVII y XVIII.
La Iglesia de El Salvador es imponente. Fue construida en el siglo XVI. De estilo gótico pero con torre románica.
Aquí dejo algunas fotos más del castillo y de la iglesia al amanecer. Están sacadas desde el Hotel Pago del Olivo donde nos quedamos ese día.
Puente Medieval. Este puente construido sobre el río Pisuerga tiene 17 arcos, unos de medio punto (románico) y otros ojivales (gótico).
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Urueña es otro pueblo de Valladolid que me encantó. En medio de la llanura se eleva un cerro donde se asienta esta población.
Urueña es también la primera Villa del Libro de España. Con sólo 225 habitantes posee más de diez librerías y cinco museos.
En la foto de abajo, un reloj de sol en uno de los muros exteriores del Museo Joaquín Díaz.
En 1975 fue declarada Conjunto Histórico-artístico.
Esta villa medieval tiene unas murallas de los siglos XII y XIII a las que podemos subir en algunos tramos y desde allí contemplar un maravilloso paisaje de los extensos y llanos campos cerealísticos de Castilla.
Pero si miramos hacia el interior de las mismas podemos observar un mar de tejados.
Esta es la iglesia de Santa María del Azogue que no pudimos visitar porque estaba cerrada.
Y este es su Ayuntamiento, delante de él, sentados en unos bancos, estuvimos un buen rato cogiendo un sol espléndido y escuchando el silencio.
Después de estar andando por sus calles llegamos a la plaza llamada Corro de San Andrés, donde comimos en el Mesón Villa de Urueña.
La mayoría de los habitantes de Urueña viven de la agricultura y de la ganadería. En el exterior del pueblo podemos ver pequeñas explotaciones de vacas y de ovejas, de estas últimas se obtiene también leche y el lechazo, plato típico de la zona.
Por aquí estaba también este precioso burrito, al que no nos resistimos fotografiar.
A la salida o entrada del pueblo, según se vaya o venga, nos encontramos con la ermita de Nuestra Señora de la Anunciada de estilo lombardo-pirenáico, la única de este estilo en Castilla.
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