miércoles, 4 de agosto de 2010

Montségur

Uno de los lugares que visitamos en nuestro reciente viaje, fue el Castillo de Montségur en el sur de Francia, al suroeste de Carcasona y a 21 kilómetros de Foix.
El castillo de Montségur está en la cima del monte Pog de 1.150 metros y es famoso por ser uno de los últimos bastiones cátaros.















Pero, ¿quienes fueron los cátaros?
- Los cátaros eran defensores de la Iglesia Cristiana Primitiva y consideraban que la Iglesia Católica de su tiempo, estaba totalmente corrompida.
La religión que practicaban era sencilla, pero como todo lo que se sale del control puede causar problemas, los cátaros fueron condenados, perseguidos y exterminados por la Iglesia Romana.
Montségur era la montaña sagrada del catarismo. Hay una leyenda que cuenta que esta montaña fue construida por los hijos del gigante Gerión. Y algo tiene de verdad pues sus alrededores estan llenos de megalitos y pinturas rupestres. Lo que nos indica que estas tierras fueron pobladas desde muy antiguo, no sabemos por que raza, pero lo que si es seguro, es que eran capaces de mover gigantescas piedras. Para otros la palabra Montségur viene del vocablo celta "egu" cuyo significado es sol, por lo que podría considerarse también como un Templo Solar.

Este castillo fue construido sobre una antigua fortaleza entre 1205 y 1211, por petición de varios obispos cátaros al señor del lugar, Ramón de Perelha. Montségur siempre fue considerado un lugar mágico.
El final de los cátaros en Montségur se aproxima cuando comienza el asedio a esta fortaleza en 1243 por el jefe de la casa real de Francia, Hugues de Arcis.
El sitio se prolonga durante meses ya que a través de pasadizos y veredas que solo conocían los sitiados pudieron abastecerse desde el exterior.
Después de nueve meses de asedio, Montségur, pide negociar la rendición. Las condiciones son: entregar el castillo al rey de Francia y a la Iglesia Romana y serían absueltos de todas sus faltas si adjuraban de su religión, cosa que no hicieron.
Entonces los "herejes" fueron sacados a la fuerza del castillo y quemados en una gran hoguera, preparada para ello en la base de la montaña. El sitio se sigue llamando "Campo de los quemados".

El día está nublado y gris, es verano, vacaciones y hay bastante gente visitando el lugar.

Subimos por una estrecha vereda que atraviesa un bosque.

Por fin desembocamos en la puerta del mismo castillo.

Un guia habla del lugar a los allí presentes, pero lo hace en francés y apenas entendemos nada.
Al castillo solo le quedan los muros exteriores, la vista desde allí es fántastica, aunque como ya dije hay niebla y no tenemos buena visibilidad.
El acceso al castillo aparentemente sólo se puede hacer por el sendero por el que subimos, por los otros lados solo hay precipicios.

Desde lo alto vemos el pequeño pueblo de Montségur que también visitamos.

Su museo guarda multitud de objetos encontrados en el castillo y alrededores.


Sí, sí.... un sitio con mucha historia.

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